Hay caminos deseados y hay caminos inevitables. Hay caminos
planificados y hay caminos imprevistos. Hay caminos compartidos que
recorres en la más absoluta soledad y hay caminos en solitario donde
siempre vas acompañado. Hay caminos agradables y otros que no lo son.
Hay caminos queridos y hay caminos temidos. Hay caminos exteriores y hay
caminos interiores, hay caminos de ida y hay caminos de vuelta. Todos
los caminos son diferentes aunque recorras la misma ruta.
Hay caminos sencillos
y hay caminos complicados, hay caminos fáciles y hay caminos difíciles.
Hay caminos exitosos y hay caminos que son un absoluto fracaso. La
diferencia entre unos y otros se haya en nuestra capacidad de vaciar
nuestra "mochila" de todo aquello que nos impide crecer, madurar como
personas, amar sin condiciones, perdonar sin límites. ¿Estás dispuesto a
emprender tu propio camino?