sábado, 29 de mayo de 2010

Un hermoso jarrón

La amistad es como ese lindo jarrón que nos regalaron y que nos enamoró de primera hora. Luce hermoso en el mueble del salón, y lo contemplamos embelesados desde el sofá, orgullosos de poseer una pieza tan singular.

Al principio, cuando hacemos limpieza, vamos con esmero, procurando no darle ningún golpe; pero con el tiempo, nos relajamos y, un día, sin querer, le damos un pequeño golpe y lo desconchamos. El enfado con nosotros mismos es monumental y nos prometemos tener más cuidado la próxima vez. Eso sí, lo giramos para que no se vea el desportillado.

Pero otro día, otra vez sin querer, le volvemos a dar otro golpe, y se parte en varios trozos. Con muchísimo pesar, lo pegamos con pegamento, y lo colocamos en su sitio.

Pasa el tiempo, y el jarrón sigue ahí, en el mueble. Luce hermoso, no concebimos otro sitio donde pueda lucir mejor. Las grietas y desconchados de los sucesivos golpes le han dado una hermosa pátina, como una antigüedad, única y delicada.

Pero un día, sin desearlo, de un golpe, el jarrón cae al suelo y se rompe en mil pedazos. Ya no hay remedio que valga, la única solución que nos queda es recoger los pedazos y tirarlos a la basura.

La diferencia entre la amistad y una hermosa pieza de cerámica es que, si ésta última se nos rompe, siempre podremos encontrar otra igual o mejor que ocupe su lugar. Una amistad que se rompe nunca podrá ser sustituida por otra, y la grieta que quede en nuestro corazón será para siempre.

1 comentario:

♥Alicia dijo...

"Quien encuentra un amigo, ha encontrado un tesoro." Es preferible cuidar a la amistad con sinceridad, y mucho amor q sufrir por su pérdida.
Es verdad Boungavilla un jarrón si se rompe se reemplaza por otro la amistad es única.
Te saludo con mucho cariño desde Argentina.
Besotes
♥Alicia