domingo, 28 de febrero de 2010

¡Ha sido niña!

(Este anuncio fue escrito hace unos meses, sin embargo, por timidez, no quiso ver la luz hasta el día de hoy. Quisiera dedicárselo a todos los que fueron arte y parte de este hermoso alumbramiento)

“¿Sabéis una cosa? Acabo de ser mamá de nuevo, ¡y ha sido niña! No os podéis imaginar lo feliz que estoy. Si la vierais…, mi niña es preciosa, y no es pasión de madre, realmente lo es, todos lo dicen.

La verdad es que todos estamos encantados. No fue una niña buscada, vino por sorpresa, cuando ya creíamos que su hermano mayor se iba a quedar solo. Sin embargo, ha sido muy deseada y toda la familia ha querido ser parte de este embarazo tan especial.

El embarazo ha sido muy bueno, sin complicaciones, salvo algunos achaques propios del final, pero a mí se me ha hecho muy corto. Tal vez sea porque todos quisimos preparar algo especial para el nuevo miembro de la familia.

Lo más peculiar ha sido su cuarto. Todos han participado en él. El primero de todos, su padrino, que es un artista, y ha decorado las paredes de la habitación con dibujos de un bosque encantado, un jardín de lindas flores, un castillo y unos naipes, que seguramente harán soñar a mi niña con un mundo maravilloso. Entre todos han llenado la cuna de peluches de animales: un gatito, un lirón, una liebre, una oruguita,… ¡hasta un simpático sombrerero! A mí, particularmente, el que más me gusta es un conejito blanco, vestido con frac y chistera. También le hemos comprado muchos vestiditos, mi preferido, uno lindísimo de color azul.

Y llegó el momento del parto. Ha sido un parto largo, pero nada difícil, donde puse todas mis fuerzas para que mi niña naciera sin problemas, y así ha sido. Toda la familia la recibió con mucha alegría, pues todos estaban ansiosos por verla. Y aquí está ya. ¡Ah! Se me olvidaba, ¿sabéis cómo la vamos a llamar? La vamos a llamar… ALICIA.”

martes, 23 de febrero de 2010

El hombre de las manos atadas

Erase una vez un hombre que vivía como todos los demás, un hombre normal. Tenía cualidades positivas y negativas, no era diferente.

Un día llamaron repentinamente a su puerta; cuando salió se encontró con sus amigos. Eran varios y habían venido juntos. Sus amigos después de mantener una larga y amistosa charla con él, le ataron los pies y las manos para que no pudiera hacer nada malo (pero se olvidaron de decirle que así tampoco podría hacer nada bueno). Y se fueron dejando un guardián a la puerta para que nadie pudiera desatarle.

Al principio se desesperó y trató de romper las ataduras. Cuando se convenció de lo inútil de sus esfuerzos, intentó, poco a poco, acostumbrarse a su nueva situación. Poco a poco consiguió valerse para seguir subsistiendo con las manos atadas. Inicialmente le costaba hasta quitarse los zapatos. Hubo un día en que consiguió liar y encenderse un cigarrillo, y empezó a olvidarse de que antes tenía las manos libres.

Pasaron muchos años, y el hombre comenzó a acostumbrarse a sus manos atadas. Mientras tanto, su guardián le comunicaba, día a día, las cosas malas que hacían en el exterior, los hombres con las manos libres (pero se olvidaba de decirle las cosas buenas que también hacían los hombres con las manos libres).

Siguieron pasando los años y el hombre llegó a acostumbrarse a sus manos atadas, y el guardián le recordaba que gracias a aquella noche en que entraron a atarle, él, el hombre de las manos atadas, no podía hacer nada malo (pero se le olvidaba señalarle que tampoco podía hacer nada bueno).

El hombre comenzó a creer que era mejor vivir con las manos atadas. Además, ¡estaba tan acostumbrado a las ligaduras...¡

Pasaron muchos años, muchísimos…, un día sus amigos sorprendieron al guardián, entraron en la casa y rompieron las ligaduras que ataban las manos y pies del hombre.
-“¡Ya eres libre!”, le dijeron.

Pero habían llegado demasiado tarde, las manos del hombre estaban totalmente atrofiadas y, aunque así, con las manos libres ya no podía hacer cosas malas, tampoco podría ya hacer cosas buenas.

Fábula de la pipa y los peines

Era un matrimonio pobre. Ella hilaba a la puerta de su choza, pensando en su marido. Todo el que pasaba se quedaba prendado de la belleza de su cabello, negro, largo, como hebras brillantes salidas de su rueca. Él iba cada día al mercado a vender algunas frutas. A la sombra de un árbol se sentaba a esperar, sujetando entre los dientes una pipa vacía. No llegaba el dinero para comprar un pellizco de tabaco.

Se acercaba el día del aniversario de la boda y ella no cesaba de preguntarse qué podía regalar a su marido. Y además ¿con qué dinero?

Una idea cruzó su mente. Sintió un escalofrío al pensarlo, pero al decidirse todo su cuerpo se estremeció de gozo: vendería su pelo para comprarle tabaco.

Ya imaginaba a su esposo en la plaza, sentado ante sus frutas, dando largas bocanadas a su pipa: aromas de incienso y de jazmín darían al dueño del puestecillo la solemnidad y prestigio de un verdadero comerciante.

Sólo obtuvo por su pelo unas monedas, pero eligió con cuidado el más fino estuche de tabaco. El perfume de las hojas arrugadas compensaba largamente el sacrificio de su pelo.

Al llegar la tarde regresó el marido. Venía cantando por el camino. Traía en su mano un pequeño envoltorio: eran unos peines para su mujer, que acababa de comprar, tras vender la pipa.
R. Tagore
(Esto es para tí, aunque hace años que no fumas)

viernes, 19 de febrero de 2010

56 Bouganvillas

01.- ¿Qué hora es?
Son las 18:45
02.- Nombre:
Bouganvilla
03.-Tu cumpleaños:
Sólo digo el mes: Junio
04.- Signo Zodiacal:
Géminis
05.- Edad:
Eso nunca se le pregunta a una mujer.
06.- Tatuajes:
Ninguno.
07.- Estación favorita:
El verano.
08.- Una película:
Por ejemplo, “Cuatro bodas y un funeral”
09.- Café o Té:
Café, aunque ya tiene que ser descafeinado.
10.- Playa o Montaña:
Por supuesto, playa.
11.- Ciudad preferida:
Málaga, cómo no.
12.- Cerveza o vino:
Según al plato que acompañe.
13.- El vaso mitad lleno o mitad vacío:
Siempre medio lleno.
14.- Color de ropa favorita:
Rojo, sobre todo en los complementos.
15.- Número de calzado:
Es cómo la edad, no se dice.
16.- Número favorito:
El 6 y el 7.
17.- Tipo de música:
Aquella que me transmita algo, bien por la música, bien por la letra.
18.- Una canción:
Por ejemplo, “Celebra la vida” de Axel y David Bustamante.
19.- Flor:
La rosa amarilla.
20.- Pocoyo o Pocahontas:
Pocahontas, o mejor, John Smith.
21.- Disney o Warner Bros:
Las dos porque te vuelven niña de nuevo.
22.- Comida favorita:
No sé, tengo buen yantar.
23.- Color favorito:
El naranja, el amarillo, el rojo y el verde, pero éste en tonos otoñales.
24.- Un sueño fantástico:
Cuando niña, que volaba; ahora, que conduzco, y eso que sé.
25.- Una pesadilla:
Una en la que les pase algo a mis hijos.
26.- Una puesta de sol o un amanecer:
Las dos, depende de la ocasión y de la compañía.
27.- Estilo de vestir:
Algo cómodo y que no me haga sentir que no soy yo.
28.- ¿Qué cambiarías de tu vida?:
Nada, ni lo bueno ni lo malo, ya que conforman lo que soy.
29.- Dieta o ejercicio:
Tendría que decir que las dos.
30.- Disco preferido:
Aaron Neville, Pasión Vega, Diego Torres,…
31.- Lo primero que piensas cuando despiertas:
¡Ay no, por favor!
32.- ¿Las tormentas te gustan o te asustan?
Me gusta escucharlas en la cama, bien tapadita.
33.- Si pudieras ser otra persona, ¿quién serías?:
Bouganvilla.
34.- Algo que tienes puesto siempre y no te lo quitas:
Mi alianza de matrimonio.
35.- ¿Qué hay en las paredes de tu habitación?
Nada, porque no encuentro el cuadro que estoy buscando.
36.- Cine o teatro:
Cine, cine.
37.- Tímida o extrovertida:
¿Tú qué crees?
38.- Una palabra que te encante decir:
No caigo, tendrías que preguntarles a mis amigos.
39.- ¿Qué debería poner tu epitafio?:
“Para atrás, ni siquiera para tomar impulso”
40.- Libro favorito:
Por ejemplo, “Yo, Pablo de Tarso” de Jesús Torbado.
41-. Te gustaría que te regalaran un ramo de flores para tu cumpleaños:
No, sólo me regalaron sendos ramos de rosas amarillas cuando nacieron mis hijos y en los aniversarios, y con eso me basta. Me parecen las únicas ocasiónes idóneas para regalar flores.
42.- Lugar preferido:
Mi casa.
43.- Conformista o inconformista:
Inconformista, es lo que mueve al mundo, ¿no?
44.- Dulce o salado:
No me hagas elegir, no puedo.
45.- ¿Te gusta conducir?:
Nada de nada.
46.- Hobby:
Este blog, dónde disfruto un montón.
47.- ¿Cuál es tu libro de cabecera?:
Ahora mismo, “Yo, Pablo de Tarso”.
48.- ¿Tienes algún mito sexual en el cine o en la televisión?
No.
49.- ¿Qué te gustaría que te dijese Dios a las puertas del cielo?
“Bienvenida a tu casa”.
50.- ¿Cómo fue tu primera experiencia sexual?
Eso es privado.
51.- Alguna frase famosa de uno de tus hijos:
Cruzando la calle, mi hijo, con tres años, regañó a un conductor que tocaba el claxon insistentemente: “¡Ya está bien con los pitoles!”.
52.- ¿Qué sueño te queda por realizar?
Muchísimos.
53.- ¿Por qué empezaste a escribir?
Por placer.
54.- ¿Te han dado algún premio por las cosas que escribes?
Escribir ya es un premio.
55.- Imagínate que te diesen un premio como el Novel o el Cervantes… ¿Con qué frase iniciarías tu discurso?
Anda, anda, qué tontería.
56.- Hora finalización:
¡Uf, las 19:19!

Esa mirada

Aquella tarde se arregló con esmero. La ocasión lo merecía. Después de tantos meses de una normalidad cotidiana, tenía ganas de sorprender a los demás.

El vestido que escogió resultaba muy favorecedor, tanto por el color como por el diseño: sencillo y cómodo de llevar, era muy apropiado para aquella calurosa tarde de verano. Se maquilló con coquetería: un poco de sombra, máscara, rubor y un tono suave para los labios. Algo discreto que, sin embargo, marcaba la diferencia con su día a día de cara lavada. Para terminar, un toque de su perfume preferido: un gesto a la vista, muy simple, y que, sin embargo, adquiría en su subconsciente una dimensión mayor, algo así como un escudo protector que la hacía sentirse más segura de si misma. Al salir, un último vistazo en el espejo, y, con una sonrisilla burlona, pensó: “vestida para matar”.

Cuando llegó a la fiesta, todavía no estaba muy concurrida. Saludó a sus amigos quienes, con familiaridad, la felicitaron por su acicalada imagen. La reunión se fue ambientando, iba llegando más gente y la conversación se tornaba más animada, cuando, de repente,… esa mirada.

Fue un instante fugaz, de apenas unos pocos segundos, pero que pareció durar una eternidad, como si el mundo se hubiera detenido de repente. Era una mirada en la que, sin una sola palabra, se dijeron muchas cosas: sorpresa, admiración, atracción,… Era una mirada que la hizo sentirse muy viva, que la hizo sentirse muy mujer. La sonrisa y la leve inclinación de cabeza que la acompañaron hicieron que las mariposas que sentía revolotear en el estómago, subieran hasta su rostro en forma de intenso sonrojo, hasta tal punto que tuvo que desviar su mirada hacia otro lado, y, en ese instante, se rompió la magia.

Mucho tiempo después recordaba aquella tarde y aquel momento, y pensó que la vida esta llena de pequeños detalles, pequeños gestos, pequeños instantes que hacen que nuestra existencia se vuelva especial, plena, como aquella mirada, que aquella tarde, la hizo sentirse tan mujer.

(Para Iris, en un intento, más o menos logrado, de recuperar algo que todavía ella posee)

martes, 16 de febrero de 2010

"Que nadie calle tu verdad". Pásalo

Llevo días viendo el video clip de "Nadie", interpretada por Manuel Carrasco y Malú, y me gusta muchísimo la letra, es preciosa, un verdadero canto de aliento para todos aquellos que en algún momento sientan que no existe salida. Desde aquí, yo también lo paso:
Empezaron los problemas,
se enganchó a la pena,
se aferro a la soledad.
Ya no mira las estrellas,
mira sus ojeras
cansada de pelear.
Olvidándose de todo
busca algún modo
de encontrar su libertad
del cerrojo que le aprieta,
le pone cadenas
y nunca descansa en paz.
Y tu dignidad
se ha quedado esperando a que vuelvas.
Que nadie calle tu verdad
que nadie te ahogue el corazón
que nadie te haga más llorar
hundiéndote en silencio.
Que nadie te obligue a morir
cortando tu alas al volar.
Que vuelvan tus ganas de vivir.
En el túnel del espanto
todo se hace largo,
¿cuando se iluminará ?
amarrado a su destino
va sin ser testigo
de tu lento caminar.
Tienen hambre sus latidos
pero son sumisos
y suenan a su compás
la alegría traicionera
le cierra la puerta
o se sienta en su sofá.
Y tu dignidad
se ha quedado esperando a que vuelva.
Que nadie calle tu verdad
que nadie te ahogue el corazón
que nadie te haga más llorar
mintiéndote en silencio
que nadie te obligue a morir
cortando tus alas al volar
que vuelvan tus ganas de vivir
Que nadie calle tu verdad
que nadie te ahogue el corazón
que nadie te haga más llorar
hundiéndote en silencio
que nadie te obligue a morir
cortando tus alas al volar
que vuelvan tus ganas de vivir...

sábado, 13 de febrero de 2010

Soy yo


Hoy en día se puede captar la imagen de cualquier cosa. Existen cámaras digitales de última generación que hacen fotografías fantásticas, ecógrafos de alta resolución que pueden mostrar a un bebé antes de nacer, microscopios que captan la partícula más diminuta y telescopios computerizados que detectan planetas lejanos. Incluso existe la cámara Kirlian, que dice que mide el aura. Pero todavía no se ha inventado la máquina que pueda captar la imagen del alma humana.

Hay una comedia norteamericana, interpretada por Jack Black y Gwyneth Paltrow, del año 2001, en la que el protagonista, obsesionado con la belleza externa, es objeto del conjuro de un gurú que le hará ver la belleza interior de los demás. La película es muy divertida y tiene unos golpes muy buenos, pero lo mejor de ella es que nos hace reflexionar sobre como vivimos nuestras relaciones con los demás, generalmente, quedándonos sólo con las apariencias y las primeras impresiones.

Yo tengo mi gurú particular, en forma de antigua caja de lata decorada de Cola Cao, llena de fotografías de mi niñez y otras más antiguas. Me gusta rebuscar en ella y, estando en ello, encontré una fotografía mía que creo que me muestra tal y como suelo ser. Esa es mi imagen cotidiana, y no os engaño, con algunos añillos más, pero con la misma sonrisa. Y espero que el tiempo no haga desaparecer ese brillo travieso de mis ojos.


Capricho #1 (Al estilo malagueño)


Esta cabecita loca no para de dar vueltas y de inventar nuevos proyectos. Lo último, no contenta con este blog, decido abrir uno nuevo, mostrando otra faceta más de mí misma: la gastronomía, o mejor dicho, el disfrute del tapeo, ya sea dentro o fuera de casa. Me encanta inventar tapas o adaptar las que he probado por ahí. Mis amigos pueden dar fe de ello, ya que me gusta ponerles en el aprieto de probarlas, aunque puedo decir, modestia aparte, que salgo bastante airosa de la prueba.

Estaba yo muy contenta con mi primera entrada, cuando, a la hora del almuerzo, se desató la polémica; mi marido me comentó que una amiga, que lo había visitado ya, le había encontrado una pega: no venían las cantidades exactas de los ingredientes. Y es cierto, pero todo tiene una explicación: es una receta tan cotidiana en todos los hogares que cada uno lo hace a su manera. Yo sólo quise mostrar una de las muchas formas en las que puede hacerse este rico plato. La guasa en la mesa se desató.

Y es que si bien es verdad que en los mejores manuales de cocina suelen venir las cantidades exactas de los ingredientes, la obligación diaria de tener que cocinar, así como tus gustos particulares a la hora de comer, te dan una experiencia que te hace prescindir de la báscula.

Como después del almuerzo, continuaba el cachondeo, decidí “rectificar” mi receta, pero desde este rincón y de una forma muy particular, al estilo malagueño, gracias a una sugerencia de mi otro “yo”, mi hijo mayor. Y quisiera dedicarle esta receta, con mucho cariño, a esa amiga, cuya crítica considero constructiva. Y prometo, que en caso necesario, en próximas recetas, vendrán reseñadas las cantidades exactas de los ingredientes. Ahí va eso:



CAPRICHO # 1 (Al estilo malagueño)


Un plato que les encanta a mis hijos, una receta de toda la vida, pero a la que cada uno le da un toque especial. Estas albóndigas están elaboradas con un huevo de carne de pollo y pavo, una mijilla de sal, otra de pimienta, un pelín de nuez moscada, otra mijilla de perejil, ajos, huevo, un chorreón de leche, otro de vino blanco y una pechá de pan rallado. El truco consiste en hacerlas pequeñitas, se enharinan, se fríen... ¡y a disfrutarlas! A ellos les encantan con mayonesa, pero están exquisitas con crema de queso briè.

¡Buen provecho!

lunes, 1 de febrero de 2010

FORTI´S


En los albores de este siglo, internet nos ofrece un amplio abanico de posibilidades para abrirnos al mundo: blogs, messengers, fotologs, facebooks, tuentis,… Sólo necesitamos un ordenador y un módem, y así, sin salir siquiera de nuestra habitación, podemos entablar conversación con alguien que viva al otro extremo del mundo.

Yo no digo que esto este mal, al contrario, sino que hago yo escribiendo aquí, pero, no sé, para algunas cosas soy más tradicional. No me importa tener que arreglarme y salir, aunque haga mucho frío, y pasar un rato superagradable alrededor de un café, una comida o unas copas. En resumidas cuentas, ¿qué queréis que os diga? Que paso del tuenti, yo me quedo con el forti.